Sunday, January 11, 2015

Chávez, la subcomandante que ama ser abuela y juega vóley

Detrás del uniforme, la subcomandante Rosario Chávez es una deportista entusiasta y entregada a su familia, en especial a sus nietos, quienes son su pasión.
Su trabajo ha sido la "brújula” de su vida. La institución a la que pertenece es su hogar. Esta semana fue nombrada como subcomandante de la Policía. Es la primera vez que una mujer ocupa ese sitial. Para ella -sostiene- es un desafío asumir el cargo.
Recuerda que antes de entrar en la Academia Nacional de Policías, le gustaba ayudar a quien lo necesitaba. Ése fue el factor que la llevó a formar parte de las filas de la institución verde olivo.
"Entregué alma, vida y corazón a fin de lograr mi objetivo: ser oficial de la Policía”, expresa la subcomandante Chávez.
Recuerda que la etapa de formación en la Academia fue dura. En ese entonces, las mujeres no aspiraban a ser policías, pues ser oficial no era un trabajo habitual para este género. Pero el haber roto esas "barreras” es uno de los más grandes orgullos que tiene como profesional y como mujer.
"Muchas veces, era habitual subestimar la capacidad de las mujeres policías, por ello se nos encomendaban tareas supuestamente fáciles de cumplir”, dice.
Manifiesta que el ser mujer no es barrera para ser una buena policía y estar apegada al cumplimiento de la ley. El hecho de ser policía no le impide -asegura- ser solidaria, cariñosa y fraterna. "Detrás de este glorioso uniforme hay una mujer capaz de encarar retos y desafíos a la altura de lo que nos plantea la historia”.
Ella recuerda que una de las mejores experiencias que tuvo en su carrera fue haber sido patrullera. Chávez cuenta que pidió ser destinada a Radio Patrullas 110, aunque al principio le encargaron Relaciones Públicas; sin embargo, ella demandó a sus superiores que le den el trabajo que cualquier patrullero desempeña.
Así se convirtió en una de las primeras mujeres patrulleras. "Fue una satisfacción personal”, afirma la autoridad.
"Ser patrullera me permitió conocer de cerca la realidad de mi país y las necesidades de mi pueblo, por la interacción directa con la gente que requería de mi ayuda o del auxilio de la Policía”, expresa Chávez.
No fue nada fácil asumir ese reto. Chávez cuenta que cuando era operadora de la patrulla y daba instrucciones a sus camaradas por la radio, recibía en respuesta una serie de piropos. Sus compañeros creían que se trataba de una broma.
Tras egresar de la Academia, se entregó plenamente a su profesión. Parte de ser una buena policía implicaba hacer algunos sacrificios personales. Y es que las horas del día no le alcanzaban para dedicar el tiempo suficiente a sus tres hijas.
Sin embargo, espera ser un ejemplo para ellas y que éstas sientan orgullo y felicidad porque "son parte de este logro” (alcanzar el cargo de subcomandante de la Policía).
Ahora su mayor pasión, aparte del trabajo, es dedicar su tiempo a sus tres nietos, por quienes -asegura- da la vida. Sostiene que trata de pasar todo el tiempo posible con ellos, dado que le dieron un nuevo sentido a su vida.
También disfruta mucho de hacer deporte, pues estar en forma es muy importante en su vida. Su deporte favorito es el vóley. Lo practica desde hace varios años, las veces que puede.
A pesar de la agenda apretada, Chávez afirma que trata de tener una vida equilibrada entre el trabajo y sus seres queridos.
El momento de su posesión, la oficial -comenta- sintió un profundo privilegio por la responsabilidad que le fue asignada; pero a la vez, expresa, reparó en que también estaba frente a un nuevo desafío en su carrera, el cual está dispuesta a cumplir con "responsabilidad, eficiencia y compromiso para desterrar los estigmas que desprestigiaron la institución y con la esperanza de recuperar la confianza y la credibilidad de la sociedad”.
La subcomandante expresa que enfrentará este reto con acciones para transformar a la Policía en una institución "altamente profesional, creíble, transparente, humanizada y respetuosa de los derechos humanos, de la mujer y la familia”.
Pretende llevar adelante, entre otras acciones, políticas y estrategias eficientes de prevención del delito, optimizar el servicio policial de prevención, y desconcentrar los servicios policiales.

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