Sunday, March 15, 2015

Óscar Nina ostentaba su riqueza en fiestas, bienes inmuebles y vehículos

Habría conocido a fondo los movimientos del negocio del narcotráfico desde 1983, cuando era un teniente destinado a trabajar en el aeropuerto Viru Viru, según un informe que maneja la comisión de fiscales que lo investiga por el delito de enriquecimiento ilícito.

Óscar Hugo Nina Fernández, excomandante de la Policía Boliviana está detenido en Palmasola, acusado de tener vínculos con cárteles de droga mexicanos, habría comenzado sus negocios ilícitos poco después de iniciar su carrera policial, aunque ya con grados superiores habría empezado a obtener fuertes sumas de dinero por cobros irregulares por beneficios a terceros y desvío de información, además del narcotráfico.

El informe señala que al exgeneral no le importaba invertir sumas grandes de dinero en fiestas y en compra de bienes, ya sean casas o automóviles. También detalla que buscaba la aceptación de la élite policial, y que lo logró, pero utilizó mecanismos ilegales. Hoy está detrás las rejas y los jefes de la institución verde olivo prefieren no hablar de él en voz alta.

En esos papeles se detalla cómo el excomandante ingresó a los negocios oscuros dentro de las filas policiales.

Era de origen humilde, eso nunca lo negó. Una de sus metas era acabar con el racismo y la discriminación en la Policía Boliviana, por lo que él mismo decía haber sufrido en su institución. Su padre fue bombero y él logró seguir sus pasos. Nació en Oruro y emigró a La Paz para ingresar a la Escuela Básica de Clases y Policías, donde obtuvo el grado de sargento.

Después de muchos trámites accedió a un cupo en la Academia Nacional de Policías (Anapol). El propio Nina comentó que sufrió mucho durante sus estudios y batalló para lograr un grado de oficial en 1978. Durante los primeros años de su carrera no ocupó cargos importantes, pero la historia cambió cuando ascendió al grado de mayor.

Seis policías que aceptaron hablar sin que se mencione sus nombres creen que Nina fue discriminado por su apellido. “Ni pensar que estaba en negocios turbios, en negocios con el narcotráfico, sobre todo.

Sospeché cuando compró casas y vehículos para sus hijos, pero a veces eso es normal”, comentó a este medio un teniente coronel de la Policía que trabajó con Nina en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn).

El exgeneral, según el expediente al que accedió este medio, adquirió al menos cuatro vehículos de lujo y cuatro bienes inmuebles, solo en la ciudad de La Paz. En Santa Cruz, los fiscales manejan la información de que el expolicía tiene dos casas y que repartió su riqueza a su entorno más cercano, su familia.

El excomandante es investigado por una comisión de fiscales anticorrupción conformada por Pablo Guzmán, Ana Luisa Heredia y Fanny Alfaro. El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, declaró que la pesquisa sobre enriquecimiento ilícito comenzó hace cuatro años.
Según el informe que es de conocimiento de los fiscales, el ex comandante habría regalado a su hijo Óscar Nina Morales —exteniente de la Policía y que también está detenido al vincularlo con los negocios ilícitos de su padre— un vehículo de marca Jeep modelo 2012, un sedán de lujo marca Lexus y al menos tres motocicletas. Se dice que uno de los inmuebles en la capital cruceña estaría a nombre de Óscar Nina Morales, que era teniente de la Policía.

Negocios de familia
Su hija Nayma Nina Morales también está vinculada al caso de corrupción y tiene arresto domiciliario. En el expediente existe información de que el policía acusado fue procesado por “golpear” a una persona que estaba cerca de su hija.

Este asunto, según el informe, llegó a los medios de comunicación y Nina enfrentó un proceso interno, pero fue salvado por el general Ivar Narváez, excomandante de la Policía.

De acuerdo al documento de los fiscales, la hija se habría beneficiado con dos casas en el barrio residencial paceño de Achumani. Uno de los inmuebles estaría a nombre de su esposo, un exempleado de la banca privada. Además, Nina le habría regalado a su hija un vehículo Suzuki Aerio, modelo 2010, que en esa época, cuando era aún comandante de la Policía, era un motorizado último modelo.

En uno de los domicilios, el que está a nombre del esposo de Nayma, el excomandante ordenó cerrar la calle de entrada y montó control policial, como si ahí viviera un dignatario de Estado.

Según el documento, (La hija) supuestamente sabía que (Nina) estaba lavando dinero por la cantidad de bienes acumulados en varias ciudades del país, además de los gastos en los que habría incurrido en viajes y otras suntuosidades, dice otra parte del informe que tienen los fiscales investigadores.

Nayma Nina fue arrestada junto a su madre Nancy Morales. Ambas tienen detención domiciliaria porque las acusan de estar vinculadas en los negocios que hizo el exgeneral. Cuando fueron aprehendidas se las acusó de coadyuvar en el enriquecimiento ilícito. Según el informe de los fiscales, ambas tenían conocimiento de los “negocios” del excomandante y fueron ellas quienes habrían “lavado” parte del dinero ilícito obtenido.
El excomandante tenía en su lista dos inmuebles más.

Un departamento en la zona de Miraflores de La Paz, donde vivía, y una casa en Achumani, que luego de adquirirla habría sido remodelada y que está tasada en un millón de dólares, según el documento. También adquirió una vagoneta Toyota Prado modelo 2009 con placa 2311-SBG, que manejó hasta días antes de ser aprehendido en Santa Cruz de la Sierra.

Todas estas acciones eran poco creíbles para los que conocían a Nina. Un general retirado, de una promoción (1977) anterior a la del detenido, comentó que conocía de “algunas movidas” que hizo Nina en la orden de destinos cuando era comandante general y cobros irregulares para el ingreso y arreglo de notas en el instituto de formación policial cuando era jefe de la Dirección Policial de Estudios Superiores (Dipes).

Esta información coincide con el documento de investigación. En estos datos se acusa a su esposa, Nancy Morales, porque supuestamente habría colaborado al exgeneral con los cobros irregulares a los funcionarios policiales, por montos que oscilaban entre $us 5.000 y $us 10.000.

“(El general Nina) pudo sortear con negativas este caso y para evitar escándalos fue cambiado de destino”, dice parte del texto.

Nina creció peldaño a peldaño en su formación profesional. Lo hacía con perfil bajo. En su currículo se destacan cargos como comandante de Bomberos de La Paz, comandante departamental de Pando, comandante departamental de Oruro, director nacional de la (Felcn) y comandante general de la Policía Boliviana.

Fue en Pando donde habría iniciado el contacto con narcotraficantes. El exprefecto de esa región Leopoldo Fernández lo acusó de ser parte de grupos irregulares que estaban vinculados con la droga.

El gusto por las fiestas
Un actual mayor de la Policía que acompañó a Nina en la lucha antidroga reveló que el exgeneral tenía el afán de organizar “grandes fiestas” con la idea de ganar adhesiones para sus ascensos. Los festejos eran desde parrilladas a fiestas con grupos musicales, incluso algunos que llegaron exclusivamente desde Argentina, dijo la fuente.

“A mi general le encantaba la cerveza, las parrilladas eran comunes, porque se festejaban logros en el trabajo. Además, sé que en sus fiestas había grupos y puro whisky, incluso etiqueta azul”, reveló el policía.
En el informe que tienen los fiscales se desvela que el exgeneral tenía la costumbre de organizar festejos en la casa de su hija Nayma, en la zona de Achumani de la sede de Gobierno.

“(Las fiestas) molestaban a la gente de su vecindad, más por la bulla y por los problemas generados por la ebriedad. Los fines de semana esta calle parecía ser una parada de radiotaxis, los cuales acarreaban las bebidas, enseres, comidas y los fricasés al siguiente día”, dice otra parte del documento.

Nina era considerado un devoto de santos católicos, como el Señor de Huanca, la Virgen de Remedios y la Virgen de Copacabana. Como parte de su devoción organizó los denominados ‘prestes’ en La Paz para estos santos. “No medía en gastos, quería lo mejor para su fraternidad y sus prestes (...) Contrató los mejores grupos de cumbia, los mejores tragos y, por supuesto, la mejor comida”, relató uno de sus camaradas.

Su relación con Sanabria

Nina tenía una estrecha amistad con el general René Sanabria Oropeza, detenido en Panamá en febrero de 2011 acusado de formar parte de una narcobanda que envió 144 kilos de cocaína a Miami, Estados Unidos. El expolicía fue sentenciado a 14 años de cárcel en EEUU.

“(Nina) habría estado seguro de su designación (como comandante general) porque fue liberado de otro proceso disciplinario por su amigo de confianza, el general René Sanabria Oropeza, que fungía (en 2009) como presidente del Tribunal Disciplinario Superior”, relata otra parte del documento.

El ex comandante policial fue detenido hace una semana en Santa Cruz. Ahora está en el penal de Palmasola, mientras el caso sigue en investigación

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