Sunday, March 8, 2015

Policías en el ojo de la tormenta

Nuevamente un alto exjefe de la Policía está involucrado en acciones ilícitas que van contra la normativa y devalúan la imagen de la institución que por ley está constituida para mantener la seguridad de las personas y luchar contra la delincuencia. Sin embargo a la fecha muchos uniformados han sido involucrados en acciones ilícitas, principalmente en narcotráfico y robo agravado, tal como señalan los hechos acontecidos en los últimos 15 años, en los cuales altos jefes policiales han sido los protagonistas.

Este caso ha sido condenado desde el propio Gobierno que a través del presidente Evo Morales sobre la actitud del excomandante de la Policía, Óscar Nina, acusado por legitimación de ganancias ilícitas y probables vinculaciones con el narcotráfico y pidió a la entidad del orden cuidar su imagen institucional.

Morales aclaró que esas acciones ilícitas no son de responsabilidad de la institución y consideró que los culpables deberían ser “investigados y juzgados”, en apego a las leyes.

Por su parte, el actual comandante de la Policía coronel Luis Cerruto afirmó que no tendrán “clemencia” para dar de baja a los uniformados que sean sorprendidos o involucrados en actos ilícitos.

ANÁLISIS

Para el exdirector de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos, lo que ocurre en la Policía obliga para realizar un cambio de misión y visión de la Policía Boliviana porque desde 1967 no cambia la estructura de la institución verde olivo, al igual que de las Fuerzas Armadas y la Justicia. “Siguen siendo instituciones conservadoras de Bolivia, porque viven en tiempos del pasado, es decir, con corrupción, con influencias o tratando de llegar al cargo para beneficiarse, y las muestras son claras porque donde uno toca salta la pus. Hay una corrupción al vómito y hay que cambiar”, dijo.

Para Llanos es preciso el cambio y para ello hay que debatir el tema porque se vive en democracia, organizando eventos, seminarios o discutiendo por los medios de comunicación. En cuanto al trabajo de la Policía, la exautoridad dijo que los policías deben ir a la calle.

“Son 41 mil policías, todos deben estar en las calles, acá se parapetan en las instancias de los comandos de las unidades, como en tiempos del feudalismo”, acotó.

CASOS

El último hecho que involucra a un excomandante en la Policía Boliviana vuelve a enlodar a esta institución que ya está por demás deteriorada a consecuencia de las constantes denuncias de actos de corrupción y en otros por estar involucrados en delitos penales como el robo, atraco o narcotráfico.

La figura del exgeneral Óscar Nina, que fue dado de baja el viernes y que recién se iba a ser efectiva ayer en Santa Cruz, al igual que su hijo Óscar Hugo Nina Morales y el de su edecán capitán Xavier Raúl Millán Salazar es la clara muestra de las condiciones oscuras en la que se manejan los miembros de la institución verde olivo.

Otro alto exjefe policial que en su momento fue también director de la fuerza antinarcóticos y luego comandante de la Policía ahora se encuentra con detención preventiva en el penal de Palmasola, inicialmente la investigación se concentró en Nina, sin embargo se amplió el caso a la esposa e hijos, bajo la figura de favorecimiento al enriquecimiento ilícito.

El caso del exgeneral Nina se suma al escándalo que generó en 2012 la detención del también general René Sanabria, que actualmente guarda detención en una cárcel de Miami donde fue condenado a 14 años de cárcel en un tribunal de Miami por conspirar para importar cocaína a Estados Unidos. Se habló de un contenedor con 144 kilos de cocaína y recibió un pago de 75 mil dólares por conseguir la sustancia y facilitar la salida del contenedor desde Bolivia.

Producto de la investigación realizada por el Ministerio Público en este caso fueron involucradas al menos a 22 personas, 13 guardan detención preventiva en Bolivia y a ellas que se suman el propio Sanabria y Marcelo Foronda Azero, sentenciados en Estados Unidos.

Los primeros identificados como presuntos nexos de la red de narcotráfico que habría realizado un envío de 144 kilos de droga a Estados Unidos en 2010 fueron el coronel Milton Sánchez Pantoja, el mayor Raúl Oña Moncada y los capitanes Felsi Calderón Gil y Fernando Siles Ríos, policías que trabajaban al mando de Sanabria en lo que fue el Centro de Inteligencia y Generación de Información (Cigein) del Ministerio de Gobierno.

Pero éste no sería el único excomandante que fue detenido y enviado a la cárcel. Los exgenerales Walter Osinaga y Óscar Jaen Antezana también fueron dados de baja y sin goce de beneficios sociales ni de jubilación (2011). Ambos jefes policiales fueron condenados por la justicia boliviana acusado de encubrimiento de deberes en el caso Prosegur, tras el asalto producido el 14 de diciembre de 2001 a una remesa de dinero con un saldo de tres muertos y varias víctimas. También fue involucrado en estos hechos de violencia el exdirector nacional de Inteligencia, coronel Luciano Velasco, hallado culpable. Este caso estuvo relacionado al caso Prosegur II referido a la presunta protección que recibieron los delincuentes de parte de altos jefes policiales.

A ello se suma el del mayor de la Policía Mario Fabricio Ormachea Aliaga, detenido el 31 de agosto de 2013 en Miami por agentes del FBI cuando intentaba extorsionar al expropietario de AeroSur, Humberto Roca, por lo que fue condenado a seis años de precidio. La Policía Nacional dijo en su momento que se trataba de un desertor.

BANDA DE BLAS VALENCIA

Uno de los hechos que marcó con sangre fue la sentencia de 30 años contra el exteniente coronel Blas Valencia, a quien se lo acusó de ser líder de una banda criminal que fue involucrada el atraco a Prosegur. Este asalto dejó tres muertos, el portavalores Efraín Lía, los policías José Luis Rivera y Pablo Astete. Junto a Valencia fue condenado a 22 años de presido el mayor Freddy Cáceres.

El proceso judicial comenzó el 10 de enero de 2003 y concluyó con la lectura de sentencia el 16 de mayo de 2003.

EXTORSIÓN

El último caso que fue presentado el viernes por el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, hace referencia a la implicación de tres uniformados que prestaban servicio en la fuerza antinarcóticos que se dedicaron a extorsionar a eventuales víctimas a quienes –se dijo– las amenazaban de plantar pruebas sino se les entregaba cierta cantidad de dinero. Los detenidos responden a los nombres de Ismael Sánchez Rivera, Javier Alberti Uzquera y el cabo de Policía Dormark Martínez Balderrama. También se informó que existe un abogado implicado, quien se habría dado a la fuga.

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