Saturday, April 11, 2015

Un sargento peluquero dio vida a Paquito hace 15 años

Ayer por la mañana, el peluquero del Comando General de la Policía, Héctor Condorsé, abandonó las tijeras y se puso el traje marrón peluche. Antes de las 10:00 llegó a la Plaza Mayor de San Francisco para celebrar el cumpleaños de Paquito, ese personaje que cautiva a niños y niñas, y al que da vida desde hace más de 15 años.
Una muchedumbre compuesta por escolares y padres de familia, policías y el ministro de Gobierno, Hugo Móldiz, celebraron los 29 años del perro policía que tiene algo de humano.
El director nacional de Comunicación de la Policía, Abad Benavidez, es uno de los que mejor conoce sus orígenes.
Fue creado días antes del 26 de febrero de 1986 por dos cadetes a quienes se les encomendó la misión de dar vida a un personaje que representara a la Academia Nacional de Policía (Anapol) para celebrar sus bodas de oro. Entonces nació un perro blanquecino al que llamaron Anapolito.
A los pocos meses salió la convocatoria de un campeonato interinstitucional. La Policía se enfrentaría a las tres fuerzas armadas: Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Debían presentar una mascota, así que se pulió la imagen de Anapolito, su color cambió al café oscuro y su nombre al de Paquito.
"Es denominativo de paco, a nosotros nos dicen generalmente pacos, Paquito es con cariño”, dice Benavidez.
Su fama se incrementó desde 1988. La reconocida cantante boliviana Mónica Ergueta le compuso una canción y la mascota estrenó un programa en televisión y radio: Paquito te educa, Paquito te enseña.
Salió a las calles y comenzó a dar lecciones de tránsito y vialidad. Con sus 29 años de vigencia, son varias las generaciones que crecieron con sus enseñanzas.
Los policías son cautos al hablar de la verdadera edad de su mascota, para ellos eso no es lo importante, al fin y al cabo "es un eterno niño”. Él se deja querer por sus pares humanos que le exigen fotos, lo acorralan y se disputan su atención.
Mueve sus ¿patas? delanteras cubiertas con guantes blancos y sus cuatro dedos que de tan largos parecen no responder a su voluntad.
En la cabeza lleva siempre su gorro verde olivo, cuya visera apenas cubre sus grandes ojos. En el país hay "todo un contingente de Paquitos”, asegura Benavidez y, según él, suelen rotar por año y el traje lo asumen efectivos de todos los rangos.
"Hay jefes, oficiales, a nosotros no nos da vergüenza disfrazarnos, son de todo tipo, no hay discriminación en la Policía”.
En los últimos años, el cumpleaños se cambió del 26 de febrero (fecha real del nacimiento de Anapolito) al 12 de abril, por el Día del Niño. Claro que el festejo suele hacerse antes, para que los pequeños acudan en masa.
Ayer terminó a eso de las 12:30. Paquito, por un día era un rockstar rodeado de sus fans. Padres que lo llenaban de niños y lo seguían con las cámaras de sus celulares. Cuando al fin logró safarze se desprendió la cabeza por un instante y asomó un rostro moreno brilloso por el sudor.
"¡Full, full!, acá estamos a 40 grados, acá es un horno andante”, se escucha la voz de Héctor a través de una boca oscura de la que sale una lengua rosada.
"Estoy feliz, feliz por compartir con los niños. Mil felicidades a todos, que son el futuro de los bolivianos”, dice antes de marcharse en la carrocería de una camioneta de la Policía, forrada con globos de colores.

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