Monday, May 4, 2015

La esquina de las coimas de los policías de Tránsito

La fortuna parece que llega a todo aquel que se acerca a la esquina Mariscal Santa Cruz y Cochabamba, y no precisamente por comprar un billete y ganar la lotería, sino porque es el punto de encuentro donde policías de Tránsito reciben dinero a cambio de devolver licencias de conducir retenidas.
A primera vista, el caminar apresurado de los transeúntes, que suben y bajan la avenida, cubre lo que ocurre. Pero uno no tarda en detectar algo inusual cuando un efectivo se detiene cerca de la intersección citada.
Cerca de las 10:30 del miércoles 29 de abril un policía sale del Batallón de Tránsito, camina hacia abajo, habla de pasada con un joven que está sentado cerca de la esquina. El uniformado llega a la calle Cochabamba y con un ademán lleva a un hombre hasta donde aguarda el joven.
Los tres intercambian algunas palabras, el hombre saca de su bolsillo un billete, le entrega al policía, éste lo guarda en medio de una libreta y acto seguido le entrega una licencia, se despide con la mano levantada y regresa al batallón. Todo ocurre en menos de tres minutos.
"No sé de lo que está hablando. Tiene que buscar al teniente L. no puedo decir nada”, responde el efectivo que, tras preguntarle porqué recibió dinero en esa esquina, camina apresurado.
Las transacciones se realizan cotidianamente. "Me quitaron la licencia por chocar en la avenida Montes. Pasó una semana para que me devuelvan y para que el caso no vaya a la Fiscalía me pidieron 1.000 bolivianos”, cuenta el dueño de un vehículo que chocó a un minibús hace tres meses.
La cita también fue en esa esquina para recobrar su permiso de conducir. El infractor tuvo que esperar que un sargento llegue a buscarlo por su nombre.
"Me citaron horas antes, fue uno de los tenientes. A ese sargento le entregué el dinero y en seguida me devolvió la licencia. Sé que soy parte de esta situación ilegal, pero por nuestra necesidad ellos abusan de la gente”, asegura el dueño del motorizado.
Al contarle que hay imágenes de las coimas a plena luz del día, el director departamental del Organismo Operativo de Tránsito, Iván Quiroz, se niega a creerlo.
Asegura que hay un sistema de control y de transparencia en la retención de los permisos de conducir en casos en que los choferes son sorprendidos en estado de ebriedad. "De esa manera nosotros mostramos transparencia”.
No obstante, cuando se le afirma que se obtuvo imágenes de las coimas el jefe policial anuncia que investigará. "Si es que hay algún indicio, nuestra obligación es hacer una investigación y aplicar la norma dentro de la Ley 101 (de régimen disciplinario) que rige nuestra conducta”, sostiene el coronel Quiroz.
El jueves 30 de abril ocurre lo mismo que un día anterior en la esquina Mariscal Santa Cruz y Cochabamba. A las 11:30 un efectivo policial conversa con un hombre que lleva un maletín. El policía tiene los brazos cruzados.
Segundos después, saca de su bolsillo una licencia de conducir, le muestra y la vuelve a guardar. El hombre no tarda en abrir el maletín, saca dinero, se lo entrega y recupera su licencia; el efectivo regresa a sus funciones.
Cuanto menos dura la transacción, mejor. "Ellos saben cómo tienen que empezar la conversación, en qué momento recibir el dinero y cuándo irse”, dice un joven a quien le quitaron la licencia luego de haber sido sancionado por conducir supuestamente ebrio.
Cualquiera podría pensar que el dinero entregado se queda con el policía que se las ingenia para llegar a la famosa esquina, pero no es así. Según los testimonios de los infractores y afectados, la coima sube hasta algunos jefes.
"A mí me tocó hablar con uno de los asistentes de un jefe de Tránsito, le tuve que rogar para que me devuelva la licencia, pero él me dijo que había que dar una cuota. Fui al día siguiente, con él bajamos las gradas (de las oficinas de Tránsito) y caminamos hasta el batallón”, cuenta el joven.
Una vez en la puerta, el asistente le avisó que debía esperar a un sargento y él se fue. Minutos después el sargento salió, miró a ambos lados de la avenida, se acercó y lo llamó por su nombre.
"Cuando le dije que era yo, me dijo ‘la cuotita es 500 bolivianos’. Tuve que darle callado y ahí mismo me devolvió la licencia”, cuenta el infractor que debió recuperar su coche días después.
Quiroz informa que los efectivos de Tránsito retienen las licencias en dos casos: cuando el conductor es sorprendido en estado de ebriedad y mientras se realice la investigación sobre un hecho de tránsito. "Para ambos casos existen procedimientos a seguir. No retenemos la licencia por ningún motivo más. De manera oficial, no me llegó ninguna queja”, dice.
Los procedimientos están establecidos en varias normativas que exhibe Quiroz en el escritorio de su despacho, en el segundo piso de Tránsito, pero la realidad es otra. Los actos ilegales ocurren a pocos pasos suyos, sólo hace falta que baje las gradas y cruce la calle para detectar el intercambio de dinero por licencias.
Si bien el comandante de Tránsito señala que no pondría las manos al fuego por nadie, asegura que cuenta con mecanismos para detectar si sus subalternos cometen ilícitos en sus funciones.
El artículo 145 del Código Penal establece el delito de cohecho pasivo que señala que para hacer o dejar de hacer algo relativo a sus funciones, un funcionario o autoridad que "recibiere directamente o por interpuesta persona dádivas o cualquier otra ventaja(...) será sancionado con presidio de dos a seis años”.

La lotería está a favor de los policías en la esquina Mariscal Santa Cruz y Cochabamba. A no ser que el infractor se eche para atrás, los efectivos se hacen de fortunas día a día y esperan que les toque una buena parte del botín, pero eso lo dejan a su suerte.



Sobre algunas prohibiciones


El Reglamento del Código de Tránsito prevé algunas prohibiciones para los conductores, pero no así para los efectivos policiales.
Uno de los artículos señala que el chofer está prohibido de "alterar los brevets o licencia, réplicas, permisos o autorizaciones; prestar o facilitar el brevet, licencia o réplica a otras personas para la conducción de vehículos; conducir vehículos estando suspendido o con el brevet, licencia o la réplica cancelados; y dejar en prenda el brevet, licencia o réplica”, entre otras.
No obstante, en ninguna parte establecen prohibiciones ni sanciones para los policías de Tránsito que cumplen funciones administrativas y operativas. En caso de actos ilegales, el Código Penal es la norma que se puede aplicar.

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