Monday, February 22, 2016

Sólo un bombero logró ingresar al edificio en llamas “Donde esté el bombero que ayudó, que Dios lo bendiga”

A las 3:00, Leonor Mamani aún está despierta. Han pasado tres días desde que un simple trámite se convirtió en una pesadilla continua que no la deja dormir.

En la "especie de video” que se repite una y otra vez en su mente está la silueta de un bombero que caminaba entre el humo que la atrapó -a ella y a cientos de personas- en la Alcaldía central la mañana del miércoles. Junto a esa silueta guarda el recuerdo agradecido para los guardias ediles.

"Llegué a la Alcaldía 8:30 para hacer un trámite. Cerca a las 10:30 la marcha llegó y la gente empezó a salir, pero en cuestión de segundos cerraron la puerta principal y ya no logré salir”, relata Leonor, aún afónica por el humo inhalado.

Pensando que era una marcha más, tres guardias municipales cerraron las puertas hasta que pase la protesta.

"De repente todo se ha complicado; arrojaban piedras y daban patadas a la puerta. Los guardias nos decían ‘cálmense señoras’ y trancaban con palos y hasta con sus manos y sus cuerpos hacían apoyo para evitar que la gente entre, pero les han rebasado”, cuenta.

Sin darse por vencidos, los guardias municipales continuaron tratando de defender a las personas atrapadas, pero era casi imposible. "Los manifestantes les pegaban con quimsacharanis y a nosotros nos daban golpes”.

El humo creció y se hizo denso; era casi imposible respirar. Vanos fueron los llamados a la Policía, al 110. En uno de ellos, desde el Comando le preguntaron "¿dónde queda la Alcaldía?” antes de cortar.

"Ya no sabía qué hacer. Salir era para que me linchen y quedarme era morir asfixiada. Los manifestantes han empezado a entrar con botellas que tenían gasolina, que echaban directamente a escritorios y archivos. Con un grupo de señoras nos hemos visto solas”, cuenta.

Cuando todo empeoraba, Leonor asegura que un bombero logró ingresar. Junto a una guardia municipal pudieron socorrer a algunos. "Era él solito, sólo había un bombero, entró y nos dijo: ‘señoras, sáquense las chompas y mantas, quédense con lo ligero; si tienen una bolsita respiren ahí dentro para no inhalar humo’”.

Ella no logró ver el rostro del único efectivo que logró ingresar al edificio en medio del conflicto. Lo describe como relativamente joven y de piel morena.

"Con los rostros cubiertos, él y la guardia edil corrían arriba y abajo; buscaban a las personas atrapadas, nos preguntaban si estábamos bien y fueron ellos los que sacaron a los primeros cuatro muertos. El bombero solito nos ha ayudado”, dice.

Leonor no olvida cómo las madres en su desesperación ocultaban a sus bebés bajo sus polleras para que no respiren humo y cómo, imitando el gesto, ella junto a otras señoras se tiraron al piso para respirar.

Mamani públicamente aseveró que ella vio al viceministro de Régimen Interior, Marcelo Elío, en la esquina de la Alcaldía antes de que la marcha se convierta en tragedia. "Él estaba ahí, yo le di la mano. Sabía lo que estaba pasando, ¿por qué no hizo nada?”, se pregunta todavía.

Como otras madres que lograron escapar, asegura que "está viva de milagro” y gracias a quienes las ayudaron. La guardia edil fue identificada como Maribel Velasco. "A ese bomberito, donde esté, que Dios lo bendiga”.

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