Tuesday, April 12, 2016

“Si no se paga bien a los policías habrá corrupción y desconfianza”

La investigadora del Centro de Estudios Superiores (CESU) Alejandra Ramírez y los representantes de la organización Acción Andina, Theo Roncken y Joaquín Chacin analizaron la situación de la Policía en el departamento de Cochabamba y coinciden en que la corrupción es un problema latente que se debe a la desigualdad en el aspecto económico, pero también a la ineficiencia y la falta de transparencia.

Todo esto, aseguran, conlleva a la desconfianza de la población y una sensación de inseguridad.

Para Ramírez, los sueldos que perciben los efectivos policiales son bajos y en la lógica de que si no se les paga bien se corrompen, se han dado varios casos desde la década de los 80. Recordó los linchamientos de policías involucrados en volteos de droga, casos de narcotráfico y atracos a taxistas, entre otros.

Dijo que esto forma parte de lo que se denominó como violencia dentro de la Policía, en la que se incluye, además de la corrupción, el abandono o deserción y los motines, tomando en cuenta que influye en la sociedad.

“Se han visibilizado los problemas de la Policía, pero también comienzan a romper reglas, empiezan a desinstitucionalizarse”.

La investigadora que hizo una revisión hemerográfica desde 1950 hasta 2014, explicó que esta situación generó un proceso de desconfianza hacia la Policía por parte de la población cochabambina.

“La percepción que se tiene de los policías es mala. La confianza es la más baja, no pasa del 50 por ciento ”, afirmó.

Se suma, señaló, la ineficiencia de la institución para resolver la inseguridad, pese a tener mejor equipamiento (motocicletas, vehículos) e infraestructura (Estaciones Policiales Integrales).

“Nos preguntamos qué están haciendo y después sabemos que no tenían gasolina para patrullaje o que sus oficinas no tienen servicios básicos, por ejemplo”.

Ramírez, en base a su trabajo de investigación, logró determinar que las políticas públicas y de la misma institución, en torno a la inseguridad, son las culpables del proceso de desconfianza en la Policía porque lo único que hace es el control y la represión, pero no se toma en cuenta la prevención.

Roncken, el coordinador de Acción Andina, afirmó, que toda esta desigualdad entre los policías de tropa y los jefes y oficiales, influyó en las protestas que se registraron entre 2013 y 2014 por los bajos salarios, pero también por lo que consideraban una persecución amparada por la Ley 101 del Régimen Disciplinario.

“Los rangos bajos eran sancionados y los superiores se salvaban. Siempre hubo discrecionalidad en su aplicación porque también se dieron encubrimientos a algunos malos policías”.

Dijo que esta desigualdad también se dio con los cambios de destino que son considerados premios y castigos y en la falta de valoración de la capacitación y conocimiento de los uniformados.

Para Chacin, no se entiende lo que pasa al interior de la Policía porque no hay transparencia y es necesario un programa de monitoreo o seguimiento externo.

“Es una institución muy cerrada, jerárquica y centralizada. La desigualdad es evidente entre los mandos bajos, medios y altos. Es muy difícil para ellos encarar la carrera policial y superarse”.

Recordó también que tras la detención del general René Sanabria, involucrado en narcotráfico, durante un proceso de reflexión se reconoció que en la Policía hay una corrupción estructural.

“Existía el compromiso de implementar un programa anticorrupción, pero no se supo más”.

Los investigadores coincidieron en que los policías de tropa trabajan en condiciones difíciles, sobre todo los que se encuentran en instancias operativas que, además, sufrieron un cambio en su modo de trabajo.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Los estudios definen el lugar de trabajo

Los policías que estudian en la Escuela Básica Policial (Esbapol) durante dos años tienen la posibilidad de elegir un destino dentro del departamento.

En el caso de los policías de la Academia, que estudian durante cuatro años, pueden ser destinados a cualquier departamento para prestar su servicio policial.

Oficiales también observan diferencias

Los oficiales que recién salen de la Academia explicaron que después de cuatro años de estudio es difícil la deserción, sin embargo, su mayor problema es el cambio de destino a lugares donde deben alquilar habitaciones y les es difícil formar una familia o tener una vida estable. Advierten que continúan los cambios por castigos.
100 Dólares por un cambio de destino

Un policía que prefirió no identificarse contó que tuvo que pagar 100 dólares a otro efectivo policial para que puedan cambiarlo de destino de la ciudad de Cochabamba hacia el municipio de Quillacollo.
La conflictividad en Cochabamba

Cochabamba es el tercer departamento más conflictivo a nivel nacional, después de La Paz y Santa Cruz, según un informe del Ministerio de Gobierno de 2015 y 2016. El total de conflictos que atendió la Policía en ese tiempo fue de 101, donde se consideran marchas, bloqueos, protestas, enfrentamientos, huelgas y otros.

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