Monday, April 17, 2017

Alvarado, el policía de cuna humilde que llegó a General



Sin olvidar la región de donde procede expresó su compromiso para velar por la seguridad ciudadana de la población boliviana, en especial de su natal Tarija. Franz Alvarado fue ascendido a general en la gestión 2017 y actualmente es Subcomandante y jefe de Estado Mayor de la Policía Boliviana.

El sábado llegó de la ciudad de La Paz, donde cumple sus funciones, para participar en la celebración de los 200 años de la gesta libertaria chapaca. “Me causa emoción recordar a nuestros bravos montoneros que nos dieron la libertad y la independencia”, sostuvo luego de aplaudir el paso de ciudadanos argentinos que fueron parte del desfile del 15 de Abril.
“Mi compromiso de trabajo desde que he sido subteniente, obedeciendo todos los destinos que me ha impuesto la superioridad, mi compromiso es trabajar por mi tierra y por la provincia O´Connor de la que soy oriundo y por toda Bolivia, para que nuestra sociedad esté cada día con más seguridad y la población pueda desarrollar sus actividades con toda normalidad”, expresó la autoridad uniformada.

Historia
Alvarado nació en el cantón La Cueva hace 56 años, su infancia la pasó allí, hizo la carrera policial y también estudió Derecho, pasó por varias vicisitudes, inició sus estudios en el núcleo escolar campesino Gualberto Villarroel de su comunidad, el ciclo intermedio en Salinas, el primero de secundaria lo hizo en el colegio nacional Candy C. de Reyes y los cursos posteriores en el establecimiento José Eustaquio Méndez de Tarija, en el turno nocturno.
Durante esos años, en el día trabajaba como albañil para poder sostener sus estudios y pagar el alquiler del cuarto donde vivía con su hermana. “Empecé desde lo mínimo”, contó, primero como ayudante y después aprendió el oficio de los más antiguos maestros del rubro.
Provenía de una familia de 10 hermanos y casi todos estudiaban y trabajaban al mismo tiempo. Así empezó a ascender a “albañil de media cuchara”, en ese tiempo llegó a ganar sesenta mil pesos por día y era suficiente para pagar la habitación, la alimentación y los gastos en el colegio y no alcanzaba para más.
“Tenía que ser disciplinado porque no podía malgastar el dinero”,. Recordó.
Egresó de colegio en 1979 e ingresó a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho en 1980 a la carrera de Ingeniería Civil, pero el 17 de julio de 1980, a causa del golpe de estado, se cerró esta institución y se fue a su pueblo natal para vivir un tiempo con sus padres y postuló a la Escuela Básica Policial, que funcionaba donde ahora es el Comando Departamental.
Empezó en 1981, “tuve las mejores notas”, recordó y egresó en diciembre de ese año, luego se animó a postular a la Academia de Policías y fue admitido. Cuando cursaba el segundo año la fortuna le dio la espalda, un grave accidente de tránsito casi lo deja lisiado.

Accidente
El micro en el que viajaba chocó contra el automóvil de un conductor ebrio, se encontraba junto a otros camaradas que formaban un equipo de voleibol, era 1983 y cursaba el segundo año. Seis cadetes fueron heridos de gravedad y él tuvo fracturas en ambas piernas. Fueron internados en la clínica policial “Virgen de Copacabana”.
Pasó seis meses en esa clínica, volvió a la Academia aún con muletas y, gracias a la tolerancia de sus superiores, le homologaron sus estudios y pudo continuar pero, de estar entre los 10 mejores, bajó hasta el puesto 56. En tercer año se incorporó al batallón de cadetes y en cuarto año se recuperó completamente y terminó egresando en la posición 29.
Empezó su vida profesional, sus últimos tres destinos fueron el ser director departamental de investigación interna en el Beni, comandante policial en el Chaco y subcomandante en Tarija. Ahora se trasladará a La Paz para cumplir sus nuevas funciones.
Pero, Alvarado tiene una segunda profesión, luego de salir oficial de Policía, buscó tener otros horizontes, empezó la carrera de Ciencias Políticas, venció un año, pero después vio que no guardaba mucha relación con la actividad policial, así que se pasó a Ciencias Jurídicas.
Tenía mucha afinidad con la labor policial, de manera que la inició aunque le costó muchos años a terminarla, recién se tituló hace dos años. “Fue un trabajo de constancia”, subrayó y es titulado de la Facultad de Ciencias Políticas, Jurídicas y Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.
Se inscribió al Ministerio de Justicia y posee la credencial de abogado, lo que le ayuda mucho a ejercer mejor su labor de policía. “Cuando esté en la reserva, me encantaría mucho ejercer en Tarija, soy abogado de profesión y oficial de Policía de vocación”, puntualizó.

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