Friday, September 15, 2017

Canes policías esperan un nuevo espacio para formarse


ADIESTRADOS

24 perros son parte del Centro de Adiestramiento de Canes de la Policía, siendo la mayor cantidad que permite la capacidad del lugar.

El Centro de Adiestramiento de Canes de la Policía de Chuquisaca tiene a un total de 24 animales que se preparan para servir junto con sus instructores, quienes revelan la dicha de enseñar y la necesidad de tener infraestructura

Un total de 24 perros son formados por el Centro de Adiestramiento de Canes de la Policía en Sucre. Todos en proceso de convertirse en agentes especiales de cuatro patas, encargados de salvar vidas y detectar drogas o explosivos. Sin embargo, los canes requieren de un lugar más apropiado para lograr sus metas y esperan contar pronto con un espacio propio y amplio donde aprender.

Su labor comienza temprano por la mañana, luego de desayunar y antes de que el sol se ponga muy intenso pues su espacio de entrenamiento es una cancha de futsal expuesta a la inclemencia de los rayos solares.

A las 8:30 es la primera instrucción de los 24 canes que copan la capacidad máxima del centro. Su entrenamiento es dosificado en distintas horas a lo largo del día, incluyendo la noche para que los perros se acostumbren a prestar servicio en distintas horas, explica el cabo Óscar Yucra, uno de los encargados de formar a los efectivos de cuatro patas y frondoso pelaje.

Black que acompaña a Yucra, es el pastor alemán más antiguo del centro y parece también el más inquieto. Como todos los canes que son parte del centro, Black fue seleccionado para ser un perro policía, debido a su actitud inquieta y juguetona, una característica que se busca a tiempo de elegir a los canes que serán parte de las fuerzas de la Policía.

Según el comandante departamental del Centro de Adiestramiento de canes, teniente coronel Omar Agrada, los perros que se forman en el lugar son elegidos tomando en cuenta si son activos, pues se requiere que los canes tengan la aptitud adecuada para cumplir con su labor policial.

Los cachorros son seleccionados de las camadas que tienen los canes del centro y si hay algunos que no son considerados adecuados, son dados en adopción. De igual manera, el centro adopta a canes de otras personas cuando éstos cumplen con los requisitos de actitud necesarios, explica Agrada.

“La mayoría es dada en adopción cuando no cumplen con las exigencias que se requiere para el entrenamiento y el resto está en el centro para que continúen con el entrenamiento, y si existe un can o cachorro que la ciudadanía quiera dar en adopción hacemos la valoración y de acuerdo con eso hacemos entrenamiento del cachorro para que pueda estar en filas del centro”, comenta el comandante del centro.

Como Black, la mayor parte de los perros del centro son pastores alemanes, una raza con la que los policías se acoplan muy bien durante las capacitaciones. Sin embargo, en el centro también hay goldens y cockers, y de hecho, un grupo de estos tipos de canes cumplirá en unos dos meses su especialización en detectores de explosivos.

“Sobre todo trabajamos con pastor alemán porque es una raza muy flexible en cuanto a entrenamiento, son inteligentes y ágiles, por lo que esos perros son adecuados para el tipo de trabajo que realizamos. Otras razas se van acomodando también, pero el que más nos rindió fue pastor alemán. En estos años hemos tenido bulldog, golden y criollos que también pueden ser adiestrados”, detalla Agrada.

“Actualmente se tiene 24 perros en las diferentes especialidades, y trabajamos con cuatro canes que son cocker y golden para la detección de explosivos”, comenta el instructor Yucra.

La especialización de los canes empieza desde que son cachorros. Primero les enseñan adiestramiento básico para que aprendan a sentarse, estar quietos o a caminar a lado de una persona adecuadamente, un proceso que puede tomar hasta tres meses y posteriormente comienzan los cursos especializados para que aprendan a encontrar personas, a detectar explosivos y drogas, y a dominar acciones de asalto contra delincuentes.

“El personal del centro nos relevamos a las 7:00 con el servicio saliente, nos alistamos para cubrir la zona escolar, vamos al colegio Tucsupaya a dirigir el tráfico de la rotonda Ravelo. A las 8:30 pasamos instrucción porque es más fresco y no los cansa mucho como podría pasar a mediodía o en la tarde. Una vez trabajado en la mañana, hacemos descanso y aseamos caniles (espacios destinados a los canes), luego procedemos a la limpieza de los canes con los materiales que tenemos", comenta Yucra.

Una vez los canes están limpios, se retoma la instrucción por unos diez minutos para avanzar con la especialización y por la tarde, el trabajo de control en el colegio Tucsupaya.

Para el aseo de los canes, los instructores llevan consigo unos bolsos en los que guardan distintos elementos para cepillar el pelo de los perros, además de implementos de recompensa que consisten en una toalla y una pelota.

PATRULLAJE Y CONTROLES

Los canes están preparados para cumplir distintas labores, desde el rescate de personas y detección de explosivos hasta el patrullaje, trabajos que cumplen a lado de sus respectivos efectivos a cargo.

El centro, ubicado en la zona de Yurac Yurac, se encarga de atender casos que reportan los vecinos de esa zona y la de Santa Domingo, por lo que siempre están atentos a las llamadas de la central del 110.

En el lugar, es común la presencia de jóvenes que consumen bebidas alcohólicas, por lo que los oficiales continuamente acuden a atender ese tipo de reclamos de parte de los vecinos.

¿CÓMO FORMAR A UN PERRO?

Los canes tienen el sentido del olfato bastante desarrollado por lo que los instructores del centro de adiestramiento aprovechan esa cualidad para enseñarles a encontrar e identificar aromas.

Para que los canes se especialicen en detectar explosivos o sustancias controladas, son entrenados con aromas sintéticos que replican el olor original de los mismos, es así que ellos se familiarizan con el olor que en los operativos les toca rastrear.

Desmintiendo algunos mitos sobre la formación de los canes, Agrada explica que sólo son aromas sintéticos los que se usa para el adiestramiento de los perros y que no se expone a sustancias reales al can debido a que no resistiría la ingesta o inhalación de drogas.

“Hubo casos, alguna vez un can ha encontrado una sustancia controlada por ejemplo cocaína y por la acción del mismo perro reventó la bolsa y el can inhaló (la sustancia) y falleció. Así que no es verdad que los dopamos, lo que se hace en el entrenamiento es trabajar con esos olores, pero son olores químicos que no le causan daño, no es la droga misma”, remarca Agrada.

La misma metodología se aplica cuando el perro debe aprender a reconocer personas o explosivos, para lo que se cuenta con insumos especiales.

Cuando los canes muestran progreso constante, un comportamiento adecuado, además de antigüedad, éstos son ascendidos de rango hasta su jubilación. Uno de los más antiguos y recientemente jubilado es el sargento Spike que ahora se encuentra en el hogar de su instructor, como suele pasar con aquellos canes que se retiran de la labor policial.

Mientras tanto los demás canes continúan su servicio y reciben instrucción de los efectivos preparados especialmente para el área que en Sucre hacen un total de diez, divididos en turnos.

Para enseñar a los canes, los instructores usan un overol especial que a veces se alterna con un kimono relleno para que cuando los perros practiquen ataque, la indumentaria reduzca el impacto de sus mordidas, comenta el guía de can, Modesto Arvire, vestido con la cómoda indumentaria de entrenamiento.

Mientras que para las presentaciones en lugares externos se usa otro tipo de indumentaria tipo camuflado y para la atención casos uno verde entero, detallan los instructores para quienes su labor requiere de un vínculo especial para llevarse a cabo.

“Si yo fuese una persona callada y seria y no tendría cierta hiperactividad, el perro sería igual, pero si tengo la capacidad de hacerle jugar y entenderle eso es lo importante, porque en realidad el trabajo es de ambos, él aprende y yo enseño”, comenta Yucra.

Para él, ejercer esta labor es un trabajo bonito porque puede ver cómo su compañero de equipo aprende cosas nuevas gracias a su dedicación; aunque no todo queda entre ellos, ya que la interacción con unidades educativas o instituciones es una de las actividades más valoradas por los entrenadores.

En esa línea, Agrada afirma que “la integración con la ciudadanía, las presentaciones que hacemos en unidades educativas, actos, actividades deportivas y otros, en los que los aplaudidos son los perritos, es una satisfacción”.

ESPACIO PROPIO, LA NECESIDAD

Para los instructores y el comandante del Centro el principal desafío que tienen es el de conseguir un espacio propio y amplio para el entrenamiento de los canes.

La capacidad máxima del centro cuyas oficinas y cancha fueron dadas en comodato por la Gobernación, actualmente es de 24 canes, pero el espacio se siente limitado al tiempo de entrenar a los perros y más aún si se piensa en aumentar la cantidad de formadores y formados.

“Necesitamos un espacio más amplio y requerimos seguir creciendo y fortalecer el servicio con mayor cantidad de instructores y canes”, comenta Agrada.

Según el sargento Valerio Gómez, el lugar es muy estrecho y para formar a los canes se requiere de un espacio de unos 3.000 metros de extensión; además de materiales distintos al de la cancha de fustal donde trabajan y el calor es inclemente.

Sin embargo, los oficiales ya avanzaron y presentaron un proyecto para ampliar su lugar de trabajo que estiman podría trasladarse al barrio Belén donde se construirá el centro de canes. Mientras tanto, continuarán trabajando con lo que tienen y preparando a los canes en un espacio que aunque reducido es un hogar para todos los que están ahí.

Elegidos

Los canes que son entrenados por la Policía son especialmente seleccionados para ejercer esta labor. Sólo los más inquietos e hiperactivos llegan a sumarse a las líneas perrunas, los demás son dados en adopción.

Órdenes

Los instructores policiales suelen usar comandos de voz en inglés y alemán porque las palabras para las órdenes son más cortas que en español y es más fácil que los canes aprendan.

Cursos

La Policía ofreció un curso a civiles para el diestramiento de canes y espera lanzar una nueva versión este año, aunque esta vez apunta a acoger a más personas debido a la alta demanda.

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